Un cuento verde

Verde y se componía en verde, trepaba verde; no bajaba sin soltar una palabra verde; áspero movía mi hastío dejaba por puntual mi cita con la recurrencia. Alguien verde que se sienta al balcón, me sopla un cuento verde que no se aprendió bien, para alguien que nunca leyó por completo a ese viejo verde por desgracia sin árbol, un verde murmullo que corta la sombra, una sombra quizás verde de noche, una noche tan verde que resiste la oclocracia, la poca elocuencia de los libros cuando son citados, revistados sin memoria, un silencio espantoso, asfixiante, un verde desmedido, infernal, dicen que con peluca, un verde que se ama en otro color parecido; un verde para el forro de mi libreta donde nunca copio, un verde para la ventana por donde nunca me asomo, un verde pulóver para el encuentro indeseado, una verde sonrisa con un bigote verde añejable por un tipo que si verde fuera no se titulara en otro mundo, sino ¨verdemente¨ como verdad, al el mismo.

A-Un verde terrestre que apetece fornicar con los infiernos y esta enamorado del cielo, -una siempre inmensa pregunta-, avalancha verde de miedos que detesta, destaca el verde pero le corre por otro lado, precipicio que hoy aun veo y no cambia de color, verde arrastrado, hueco, amargo, sin falta, verde pretencioso confidente de mis muertos, verde parecido, recuerdos siempre verdes; tragante, oliente, oloroso, verde por simpatía, por coincidencia, fosforescente que es decir atención que es decir no te ves, verde que atrapa si no te mueves, verde de moda, verde en la puerta, en la sortija, verde en la escupida, verde quieto, verde te quiero, enfermizo, enfermado, verde de urgencia, verde tras luego, verde en vergüenza, de nombre, de estancia, de permanencia, verde que cubre por impulso te habla por ocurrencia, verde viejo que levanta su inexperiencia, verde que aspira su vientre, te traga, te aprieta, y más nunca se le ve, engañosa mugre, muertos verdes, murmullos audibles, algo que soy, verde que olvido, distinto, suspiro , verde que nunca dejaré de ser.